Estos reportajes nos dejan una reflexión importante para construir ciudadanía. Es muy fácil observar los escollos del interés que tienen ciertas personas por su comunidad.
Se podría decir que forman parte de una masa de idiotas, y no se ofendan, en la antigua grecia los idiotas eran las personas que no participaban en la política, aunque podían hacerlo. Y en El Recreo también tenemos unos cuántos de estos.
Ojalá todos fueran más ciudadanos y menos idiotas, ya que de la participación y la deliberación dependerá la solución de los problemas de los cuales nos quejamos diariamente como si le diéramos play a un cassette.
El martes pasado invitamos a varios miembros de la comunidad a un Focus Group en la UCV, para debatir sobre los problemas de la parroquia. De las 8 personas invitadas, sólo 1 asistió.
Entonces empecemos a reflexionar si la parroquia que tenemos es la parroquia que queremos!
Elisa Vásquez
jueves, 18 de junio de 2009
Habitantes de El Recreo se quejan por problemas de basura
La parroquia El Recreo ha sido saturada por la basura en sus alrededores. Los habitantes hacen un llamado a las autoridades para que tomen medidas de precaución. La Alcaldía del Libertador asegura haber mejorado 25 por ciento el barrido de la ciudad
POR: Silvana Farías
El Municipio Libertador tiene un millón setecientos metros cuadrados, posee veintidós parroquias entre las cuales se encuentra la de El Recreo, la cual, diariamente es transitada en sus parques, avenidas, plazas y bulevares por cientos de personas que visitan, trabajan o habitan en esta zona. Uno de los grandes problemas que aqueja a esta zona es la basura, debido que, por gozar de grandes zonas de comercio y ser tan concurrida se hace inevitable la acumulación diaria de gran cantidad de desperdicios.
La zona se ha visto colmada por los desechos. La colocación indebida de los escombros y basura impide disfrutar la vida en un ambiente saludable. La salud y bienestar de la comunidad El Recreo se encuentra en peligro; la basura que se halla en sus avenidas no sólo produce mala apariencia y desagradable olor sino enfermedades, debido que, atrae animales como roedores y mosquitos.El mosquito es uno de los animales que más muertes ocasiona cada año en el mundo, estos insectos son portadores de virus mortales para el hombre y los transmiten con una picadura; cabe destacar que cada vez son más difíciles de exterminar por medio de la fumigación con lo que se vuelve más arduo acabar con ellos.
Los roedores también son atraídos por la basura, ellos transmiten numerosas enfermedades. Las que más generan alarma serian el hantavirus y la leptospirosis debido a la fuerza con que ataca al ser humano. Estas son graves enfermedades que deben ser tratadas a tiempo y debidamente.
De la misma manera, la contaminación en el Recreo atenta con la seguridad del peatón que se ha visto obligado a buscar vías alternas poco seguras para poder llegar a su destino. “Indudablemente convivir con la basura no trae ningún beneficio”, comentó José Luis Molina, transeúnte de esta parroquia.
Molina explicó que hace poco tuvo que caminar fuera de la vía peatonal, porque la basura le impedía el paso y casi fue atropellado por un carro que pasaba por su carril. Manifestó estar cansado de esta situación, por lo que, le pide a la comunidad y visitantes de la parroquia El Recreo unión para que exijan soluciones inmediatas a las entidades públicas encargadas.
La Alcaldía del Municipio Libertador puso en marcha el programa llamado “sistema integral de mantenimiento de la cuidad” en la parroquia El Recreo, la alcaldía invirtió un total de 43 mil bolívares fuertes para asfaltar, recolectar basura, ornato público y mantenimiento de las calles.
Eleida Martinez, de 51 años de edad, habita en la parroquia del Recreo. Comentó que el problema de la basura afecta de manera directa a los habitantes de la parroquia, debido que, en muchas ocasiones pueden pasar hasta dos días que la basura no es recogida por el aseo urbano. Explicó que la comunidad debe organizarse en conjunto con los co nsejos comunales y las juntas de condominio para que cumplan con su obligación, además indicó que debemos acentuar nuestra responsabilidad de no tirar basura en la calle y hacer de nuestra parroquia un lugar mejor para vivir.
El alcalde Jorge Rodríguez convocó a una rueda de prensa, en la que aseguró que se había incrementado un 25 por ciento el barrido de la ciudad y que ha mejorado el proceso de recolección de basura en las parroquias. También informó que próximamente se estará completando un plan denominado “caracas libre de basura” en la parroquia El Recreo, Rodríguez indicó que este programa contempla un nuevo proceso de limpieza urbana, incluirá a los policías de caracas que permanecerán vigilando y haciendo cumplir desde el punto de vista sansionarios sobre la limpieza y recolección de basura, además contaran con la colaboración de los zanqueros y acróbatas que realizan trabajos artísticos en la zona.
Jesús Álamo, de 28 años de edad, vive en la avenida Solano. Comentó que sí ha visto mejorar un poco el aseo urbano, sin embargo, deja en claro que toda vía falta mucho para que sea una ciudad libre de basura, él espera poder caminar una día por las calles y verlas totalmente limpias y tiene la esperanza que toda la ciudadanía aporte para que esto se haga realidad.
Molina explicó que hace poco tuvo que caminar fuera de la vía peatonal, porque la basura le impedía el paso y casi fue atropellado por un carro que pasaba por su carril. Manifestó estar cansado de esta situación, por lo que, le pide a la comunidad y visitantes de la parroquia El Recreo unión para que exijan soluciones inmediatas a las entidades públicas encargadas.
La Alcaldía del Municipio Libertador puso en marcha el programa llamado “sistema integral de mantenimiento de la cuidad” en la parroquia El Recreo, la alcaldía invirtió un total de 43 mil bolívares fuertes para asfaltar, recolectar basura, ornato público y mantenimiento de las calles.
Eleida Martinez, de 51 años de edad, habita en la parroquia del Recreo. Comentó que el problema de la basura afecta de manera directa a los habitantes de la parroquia, debido que, en muchas ocasiones pueden pasar hasta dos días que la basura no es recogida por el aseo urbano. Explicó que la comunidad debe organizarse en conjunto con los co nsejos comunales y las juntas de condominio para que cumplan con su obligación, además indicó que debemos acentuar nuestra responsabilidad de no tirar basura en la calle y hacer de nuestra parroquia un lugar mejor para vivir.
El alcalde Jorge Rodríguez convocó a una rueda de prensa, en la que aseguró que se había incrementado un 25 por ciento el barrido de la ciudad y que ha mejorado el proceso de recolección de basura en las parroquias. También informó que próximamente se estará completando un plan denominado “caracas libre de basura” en la parroquia El Recreo, Rodríguez indicó que este programa contempla un nuevo proceso de limpieza urbana, incluirá a los policías de caracas que permanecerán vigilando y haciendo cumplir desde el punto de vista sansionarios sobre la limpieza y recolección de basura, además contaran con la colaboración de los zanqueros y acróbatas que realizan trabajos artísticos en la zona.
Jesús Álamo, de 28 años de edad, vive en la avenida Solano. Comentó que sí ha visto mejorar un poco el aseo urbano, sin embargo, deja en claro que toda vía falta mucho para que sea una ciudad libre de basura, él espera poder caminar una día por las calles y verlas totalmente limpias y tiene la esperanza que toda la ciudadanía aporte para que esto se haga realidad.
Sanciones establecidas en las ordenanzas
Las ordenanzas establecen la prohibición de arrojar basura en vías y espacios públicos, quien incumpla con esta norma tendrá que pagar una multa de 4 unidades tributarias. Los grandes generadores de basura tienen que cumplir con el horario de recolección de basura de no cumplir estará sujetos a pagar una sanción de 15 a 30 unidades tributarias y una multa doble si reincide.
Cada parroquia tiene su horario de recolección de basura, deben ser sacadas en bolsas y colocadas en los contenedores dos horas antes del proceso de recolección. Las tiendas y comercios están obligados a doblar las cajas de cartón que desechen así como deben ser tratados los restos de telas que boten, de lo contrario se colocará una multa de 30 unidades tributarias.
Julián Bravo, de 27 años, trabaja en el local “City Day” localizado en el bulevar de sabana grande, asegura cumplir con todas las ordenanzas de la alcaldía y estar de acuerdo con las sanciones establecidas al que no cumpla con estas ordenanzas. Comenta que es una buena iniciativa por parte del gobierno, pero que deben hacerla cumplir porque el local y él se han visto afectados por la presencia de basura afuera de las instalaciones.
Cada parroquia tiene su horario de recolección de basura, deben ser sacadas en bolsas y colocadas en los contenedores dos horas antes del proceso de recolección. Las tiendas y comercios están obligados a doblar las cajas de cartón que desechen así como deben ser tratados los restos de telas que boten, de lo contrario se colocará una multa de 30 unidades tributarias.
Julián Bravo, de 27 años, trabaja en el local “City Day” localizado en el bulevar de sabana grande, asegura cumplir con todas las ordenanzas de la alcaldía y estar de acuerdo con las sanciones establecidas al que no cumpla con estas ordenanzas. Comenta que es una buena iniciativa por parte del gobierno, pero que deben hacerla cumplir porque el local y él se han visto afectados por la presencia de basura afuera de las instalaciones.
Y finalmente la Alcaldía debe tomar cartas en el asunto, establecer medidas de cuidado y precaución de basura en la zona, garantizar a la ciudadanía el buen funcionamiento de las entidades públicas encargadas para poder disfrutar de un buen ambiente y avalar la salud y seguridad de la ciudadanía. No obstante, el estado no puede tener toda la responsabilidad, debe contar con la colaboración y conciencia de los ciudadanos para poder mantener las calles libres de basura.
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Inseguridad, un problema de una comunidad apática
Por: Alejandra Raga R.
Sin duda la sociedad venezolana se encuentra en pleno proceso de adaptación a una serie de cambios que generan reacciones en las personas y en la sociedad entera.
La población venezolana se ha caracterizado siempre, según la psicóloga Maritza Montero, por ser pasiva, amigable y cómoda, es decir, siempre esperando una respuesta efectiva por parte de los demás y no por iniciativa propia. Sin embargo, a medida que pasan los cambios se modifican las características.
Pero, ¿cuáles son las características de la población de la Parroquia El Recreo? Según la psicóloga clínica-social, Yorelis Acosta, la sociedad de hoy es el resultado de la combinación de la teoría de los cristales rotos y el desvanecimiento de la concepción religiosa y familiar, situación que deviene en un incremento masivo de violencia en las calles del país.
Así pues, el conjunto de mucha basura acumulada en todas las calles, indigencia en cada esquina y la inseguridad tan desbordada que sin remedio establece un temprano toque de queda para los que ciudadanos que viven en esta parroquia hacen la combinación perfecta para que Venezuela sea el segundo país más violento de Latinoamérica después de El Salvador, según el Instituto de Investigaciones de Convivencia y Seguridad Ciudadana (Incosec).
Ante este panorama, se realizó una encuesta a 150 personas en la Parroquia El Recreo –Ciudad de Caracas- en la que entre algunas otras preguntas se le consultó a los entrevistados acerca de los problemas de su comunidad y, si ellos como ciudadanos, tenían propuestas para solventar sus problemas.
De 150 ciudadanos encuestados en la Parroquia El Recreo, 40 respondieron con las siguientes propuestas: “a los malandros hay que matarlos”, “sería bueno meter a los indigentes en un cuarto y tirar una bomba para matarlos a todos” o “hay que golpear a los ladrones hasta dejarlos inconscientes” entre otras.
Una parroquia violenta
Frente a estas respuestas surge la interrogante, ¿es la comunidad de la Parroquia El Recreo una sociedad violenta?
Según el psicólogo social, profesor de la UCV, Fernando Giuliani, “por una parte, es muy probable que exista una sensación de indefensión donde el ciudadano siente que realmente está al merced del hampa y, por otra parte, están a merced y no sienten que haya alguien que se esté ocupando de ello”. El profesor Giuliani también señaló que existe una “exacerbación del sentimiento de la gente” en parte alimentado por el bombardeo mediático.
Por su parte, el sociólogo Gerardo González afirma que estas “son respuestas reactivas ante la falta de orden y la falta de soluciones, son para ellos soluciones netamente reactivas donde gracias a dios no hay un acuerdo y no planifican sicariatos, por ejemplo”, además rescata que este tipo de respuestas se obtienen debido a la falta de organización entre organismos como la Junta Parroquial de El Recreo, la Alcaldía y Consejos Comunales de la zona, así pues acentuó que “frente al caos, más caos”.
La respuesta de la ciudadanía a manera de propuesta no es más que el reflejo de lo que estas personas sienten en su ser más primitivo, son pensamientos que develan el miedo y la incertidumbre con la que día a día conviven los ciudadanos de la Parroquia El Recreo cuando salen a la calle, ¿me robarán? ¿Llegaré esta noche a mi casa igual que como salí?.
Sin duda, la paranoia se hace presente en la vida de las personas que tienen una lucha real contra la inseguridad, sin embargo, ese reflejo de violencia que demuestran las respuestas de estos ciudadanos no es para el psicólogo Giuliani una muestra debeladora de la naturaleza del venezolano, “yo no creo que haya alguna característica dentro de la cultura venezolana u occidental que impulse a la gente a ir a exterminar a alguien”.
Por su parte, el sociólogo González señala que “si creo que nuestra sociedad y nuestra ciudad es muy violenta porque es una ciudad muy hostil en muchos aspectos, no solamente el tráfico, la movilidad, el desempleo, la falta de opciones, la falta de espacios públicos. Todo eso genera violencia, violencia que cada quien la refleja de diferentes maneras (…) yo creo que la violencia se ha convertido en una nueva forma de lenguaje, yo creo que el venezolano tiene un defecto muy gran, es incapaz de escuchar al otro”. Además el sociólogo señala que los venezolanos son violentos a partir de una crisis económica y política, antes de estas, considera que no había necesidad de recurrir a la violencia.
Justicia por manos ciudadanas
Hoy día la violencia es pan de cada día, por lo menos así lo aseguró Rommel Vásquez, residente de la zona del Recreo, urbanización en la que noche a noche, indigentes van e indigentes vienen y en donde la inseguridad es la sombra del ciudadano que camina por esas calles.
Rommel Vásquez señala que semanalmente observa cómo vecinos golpean a indigentes o ladrones que intentan robarles sus pertenencias, “los persiguen hasta alcanzarlos y caerles a palo”.
Los expertos aseguran que será muy difícil que en esta parroquia pueda llegar a suceder eventos como el linchamiento del violador del Valle. Giuliani lo cree así porque asegura que para que se lleve a cabo un linchamiento es necesaria una la coincidencia de una serie de aspectos que propicien el eventos.
Por su parte, González asegura que no se dan más linchamientos de los que ya se presentan en la zona, simplemente por falta de organización entre los vecinos y por los niveles de desconfianza que existen hoy en las redes sociales, además señala que estos casos dependen de los límites y/o valores que integran a una comunidad en particular y, que sólo puede que se den linchamientos cuando el infractor sobrepase la línea limítrofe entre lo aceptado y no aceptado en esa parroquia.
¿Cifra de linchamientos en la zona? No se consiguieron, quizás –y a manera de especulación- porque no son prioridad, porque no son denunciados o porque son hechos que se han incrustado de manera tal en la identidad social de la zona que ya es un hecho normal.
Llevar el río a su cauce
Lamentablemente, lo que es normal ahorita para la sociedad venezolana no es lo ideal o más sano para un país, como señala el sociólogo González, “La comunidad está en peligro de que por no organizarse, los grupos más reaccionarios tomen cartas en el asunto”. Por ello, hay que hacer algo.
De esta manera, la propuesta de ambos expertos se posiciona en el ámbito de lo público, es decir, según Giuliani y González, el plan de rescate de una participación ciudadana debería encaminarse a través de una campaña de mensajes objetivos que incentiven a la participación acompañada con un respaldo por parte del Estado sin tildes de colores que ideologicen el centro de cada uno de los proyectos de integración y recuperación de las comunidades.
Aunado a ello, el psicólogo explica que “Tratar esto de manera individual es muy difícil, porque la persona está perteneciendo a un circuito social de representación y eso no hay manera de intervenirlo”. Sin embargo, señala que hay que comenzar por despolarizar los proyectos y trabajar unidos por la comunidad.
En integración con las campañas, el sociólogo Gerardo González asegura que “por medio de talleres, asambleas de vecinos, los Consejos Comunales, el estado, cualquier forma de asociación que exista en la comunidad, ya es una entrada por la cual se puede negociar, desde un grupo deportivo hasta un grupo de Scouts hasta la asociación de padres y representantes de un colegio”.
Finalmente ambos especialistas en el área social reforzaron la idea de que en cualquier parroquia que se desee superar la violencia e inseguridad como modo de vida es necesario vencer la apatía y los niveles de desconfianza que existe entre los ciudadanos para poder abordar soluciones viables que sean planificadas y bien articuladas entre los propios organismos encargados de la recuperación social.
La población venezolana se ha caracterizado siempre, según la psicóloga Maritza Montero, por ser pasiva, amigable y cómoda, es decir, siempre esperando una respuesta efectiva por parte de los demás y no por iniciativa propia. Sin embargo, a medida que pasan los cambios se modifican las características.
Pero, ¿cuáles son las características de la población de la Parroquia El Recreo? Según la psicóloga clínica-social, Yorelis Acosta, la sociedad de hoy es el resultado de la combinación de la teoría de los cristales rotos y el desvanecimiento de la concepción religiosa y familiar, situación que deviene en un incremento masivo de violencia en las calles del país.
Así pues, el conjunto de mucha basura acumulada en todas las calles, indigencia en cada esquina y la inseguridad tan desbordada que sin remedio establece un temprano toque de queda para los que ciudadanos que viven en esta parroquia hacen la combinación perfecta para que Venezuela sea el segundo país más violento de Latinoamérica después de El Salvador, según el Instituto de Investigaciones de Convivencia y Seguridad Ciudadana (Incosec).
Ante este panorama, se realizó una encuesta a 150 personas en la Parroquia El Recreo –Ciudad de Caracas- en la que entre algunas otras preguntas se le consultó a los entrevistados acerca de los problemas de su comunidad y, si ellos como ciudadanos, tenían propuestas para solventar sus problemas.
De 150 ciudadanos encuestados en la Parroquia El Recreo, 40 respondieron con las siguientes propuestas: “a los malandros hay que matarlos”, “sería bueno meter a los indigentes en un cuarto y tirar una bomba para matarlos a todos” o “hay que golpear a los ladrones hasta dejarlos inconscientes” entre otras.
Una parroquia violenta
Frente a estas respuestas surge la interrogante, ¿es la comunidad de la Parroquia El Recreo una sociedad violenta?
Según el psicólogo social, profesor de la UCV, Fernando Giuliani, “por una parte, es muy probable que exista una sensación de indefensión donde el ciudadano siente que realmente está al merced del hampa y, por otra parte, están a merced y no sienten que haya alguien que se esté ocupando de ello”. El profesor Giuliani también señaló que existe una “exacerbación del sentimiento de la gente” en parte alimentado por el bombardeo mediático.
Por su parte, el sociólogo Gerardo González afirma que estas “son respuestas reactivas ante la falta de orden y la falta de soluciones, son para ellos soluciones netamente reactivas donde gracias a dios no hay un acuerdo y no planifican sicariatos, por ejemplo”, además rescata que este tipo de respuestas se obtienen debido a la falta de organización entre organismos como la Junta Parroquial de El Recreo, la Alcaldía y Consejos Comunales de la zona, así pues acentuó que “frente al caos, más caos”.
La respuesta de la ciudadanía a manera de propuesta no es más que el reflejo de lo que estas personas sienten en su ser más primitivo, son pensamientos que develan el miedo y la incertidumbre con la que día a día conviven los ciudadanos de la Parroquia El Recreo cuando salen a la calle, ¿me robarán? ¿Llegaré esta noche a mi casa igual que como salí?.
Sin duda, la paranoia se hace presente en la vida de las personas que tienen una lucha real contra la inseguridad, sin embargo, ese reflejo de violencia que demuestran las respuestas de estos ciudadanos no es para el psicólogo Giuliani una muestra debeladora de la naturaleza del venezolano, “yo no creo que haya alguna característica dentro de la cultura venezolana u occidental que impulse a la gente a ir a exterminar a alguien”.
Por su parte, el sociólogo González señala que “si creo que nuestra sociedad y nuestra ciudad es muy violenta porque es una ciudad muy hostil en muchos aspectos, no solamente el tráfico, la movilidad, el desempleo, la falta de opciones, la falta de espacios públicos. Todo eso genera violencia, violencia que cada quien la refleja de diferentes maneras (…) yo creo que la violencia se ha convertido en una nueva forma de lenguaje, yo creo que el venezolano tiene un defecto muy gran, es incapaz de escuchar al otro”. Además el sociólogo señala que los venezolanos son violentos a partir de una crisis económica y política, antes de estas, considera que no había necesidad de recurrir a la violencia.
Justicia por manos ciudadanas
Hoy día la violencia es pan de cada día, por lo menos así lo aseguró Rommel Vásquez, residente de la zona del Recreo, urbanización en la que noche a noche, indigentes van e indigentes vienen y en donde la inseguridad es la sombra del ciudadano que camina por esas calles.
Rommel Vásquez señala que semanalmente observa cómo vecinos golpean a indigentes o ladrones que intentan robarles sus pertenencias, “los persiguen hasta alcanzarlos y caerles a palo”.
Los expertos aseguran que será muy difícil que en esta parroquia pueda llegar a suceder eventos como el linchamiento del violador del Valle. Giuliani lo cree así porque asegura que para que se lleve a cabo un linchamiento es necesaria una la coincidencia de una serie de aspectos que propicien el eventos.
Por su parte, González asegura que no se dan más linchamientos de los que ya se presentan en la zona, simplemente por falta de organización entre los vecinos y por los niveles de desconfianza que existen hoy en las redes sociales, además señala que estos casos dependen de los límites y/o valores que integran a una comunidad en particular y, que sólo puede que se den linchamientos cuando el infractor sobrepase la línea limítrofe entre lo aceptado y no aceptado en esa parroquia.
¿Cifra de linchamientos en la zona? No se consiguieron, quizás –y a manera de especulación- porque no son prioridad, porque no son denunciados o porque son hechos que se han incrustado de manera tal en la identidad social de la zona que ya es un hecho normal.
Llevar el río a su cauce
Lamentablemente, lo que es normal ahorita para la sociedad venezolana no es lo ideal o más sano para un país, como señala el sociólogo González, “La comunidad está en peligro de que por no organizarse, los grupos más reaccionarios tomen cartas en el asunto”. Por ello, hay que hacer algo.
De esta manera, la propuesta de ambos expertos se posiciona en el ámbito de lo público, es decir, según Giuliani y González, el plan de rescate de una participación ciudadana debería encaminarse a través de una campaña de mensajes objetivos que incentiven a la participación acompañada con un respaldo por parte del Estado sin tildes de colores que ideologicen el centro de cada uno de los proyectos de integración y recuperación de las comunidades.
Aunado a ello, el psicólogo explica que “Tratar esto de manera individual es muy difícil, porque la persona está perteneciendo a un circuito social de representación y eso no hay manera de intervenirlo”. Sin embargo, señala que hay que comenzar por despolarizar los proyectos y trabajar unidos por la comunidad.
En integración con las campañas, el sociólogo Gerardo González asegura que “por medio de talleres, asambleas de vecinos, los Consejos Comunales, el estado, cualquier forma de asociación que exista en la comunidad, ya es una entrada por la cual se puede negociar, desde un grupo deportivo hasta un grupo de Scouts hasta la asociación de padres y representantes de un colegio”.
Finalmente ambos especialistas en el área social reforzaron la idea de que en cualquier parroquia que se desee superar la violencia e inseguridad como modo de vida es necesario vencer la apatía y los niveles de desconfianza que existe entre los ciudadanos para poder abordar soluciones viables que sean planificadas y bien articuladas entre los propios organismos encargados de la recuperación social.
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El Recreo en Imágenes
Una mirada, desde la mira de una cámara, de lo bueno y lo malo de la parroquia
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La Casa Galarraga: Un Oasis en Chapellín
“No entres con nada, chamo”. Ésa fue la advertencia recibida en el puente Chapellín, punto de entrada de uno de los más populosos barrios de Caracas. Acto seguido, cámara y grabadora regresaron de vuelta al vehículo estacionado a dos cuadras, en el Centro Comercial La Florida. De vuelta, ese lunes en la mañana, la pregunta a los vecinos de la zona era sólo una: ¿Dónde queda la casa de Galarraga? Un señor movió su dedo índice, pero la señal se perdía entre las cientos de estructuras de bloque rojo y zinc.
Al bajar las escaleras que llevan al corazón de la barriada, la confusión empeoró. Gritos, miseria, pelotica e´goma y jerseys de basketball se mezclaban con reguetón, basura y malos olores. ¿La casa Galarraga? ¡Por allá m´hijo!, dijo una señora, residente de la zona desde hace 30 años. “Yo lo vi crecer, es un orgullo haberlo visto llegar tan lejos”, exclamó antes de cerrar la puerta de latón del rancho. Unos minutos después, sin que nadie dijera nada, la edificación se mostró como un oasis en medio del caos.
Era una casa vieja, probablemente de los años treinta, perfectamente pintada y con una pequeña placa alegórica “Aquí nació Andrés Galarraga, El Gato de Venezuela, orgullo grandeliga de Chapellín”. Al tocar la puerta, la sorpresa fue mayúscula: dos jóvenes se acercaron y, pistola en mano, exigieron una explicación de la presencia de “este extraño” en el barrio.
Ninguna explicación fue suficiente. Al abandonar el sitio, decidí volver para intentar verla por dentro, conversar con sus moradores, escuchar las historias de la infancia de la insignia del béisbol venezolano durante la década de los noventa.
Y así fue. Jueves en la mañana, coincidencialmente era el cumpleaños del pelotero. Libreta y un bolígrafo, pantalones y zapatos rotos, regresé por el camino del Puente Chapellín, bajé las escaleras y caminé a la cueva del Gato. En el camino, las historias comenzaban a surgir en torno a la edificación. “Es como un museo, una memoria a lo mejor que ha dado Chapellín”, comentó José García, un vecino que sirvió de “protector” en esta segunda andanada. Los más jóvenes, que nunca vieron a Galarraga en la villa, también honran sus logros “Es un ejemplo de que si se puede salir de acá y vivir mejor”, dijo Angeluz Núñez, segunda base del equipo que estaba faldeando la caimanera que enfrentaba a los Con Camisa y a los Sin Camisa.
“No toque la puerta, amigo, no hay nadie ahí" -aclaró García, al llegar a la estructura de tonos índigos, techo de teja y con un pequeño solario en la entrada. "Orlando (hermano de Andrés) a veces viene para acá, pero la casa siempre está intacta”, concluyó sin dar mayores explicaciones.Al bajar las escaleras que llevan al corazón de la barriada, la confusión empeoró. Gritos, miseria, pelotica e´goma y jerseys de basketball se mezclaban con reguetón, basura y malos olores. ¿La casa Galarraga? ¡Por allá m´hijo!, dijo una señora, residente de la zona desde hace 30 años. “Yo lo vi crecer, es un orgullo haberlo visto llegar tan lejos”, exclamó antes de cerrar la puerta de latón del rancho. Unos minutos después, sin que nadie dijera nada, la edificación se mostró como un oasis en medio del caos.
Era una casa vieja, probablemente de los años treinta, perfectamente pintada y con una pequeña placa alegórica “Aquí nació Andrés Galarraga, El Gato de Venezuela, orgullo grandeliga de Chapellín”. Al tocar la puerta, la sorpresa fue mayúscula: dos jóvenes se acercaron y, pistola en mano, exigieron una explicación de la presencia de “este extraño” en el barrio.
Ninguna explicación fue suficiente. Al abandonar el sitio, decidí volver para intentar verla por dentro, conversar con sus moradores, escuchar las historias de la infancia de la insignia del béisbol venezolano durante la década de los noventa.
Y así fue. Jueves en la mañana, coincidencialmente era el cumpleaños del pelotero. Libreta y un bolígrafo, pantalones y zapatos rotos, regresé por el camino del Puente Chapellín, bajé las escaleras y caminé a la cueva del Gato. En el camino, las historias comenzaban a surgir en torno a la edificación. “Es como un museo, una memoria a lo mejor que ha dado Chapellín”, comentó José García, un vecino que sirvió de “protector” en esta segunda andanada. Los más jóvenes, que nunca vieron a Galarraga en la villa, también honran sus logros “Es un ejemplo de que si se puede salir de acá y vivir mejor”, dijo Angeluz Núñez, segunda base del equipo que estaba faldeando la caimanera que enfrentaba a los Con Camisa y a los Sin Camisa.
La matriarca de la familia, Juana Galarraga, se mudó con el Gran Gato luego de que el toletero fuese diagnosticado con cáncer, en 1998. La casa no se vendió, sino que la comunidad decidió conservarla como recuerdo vivo de su hijo ilustre, primer venezolano campeón de bateo en la Gran Carpa. “Es un honor haber crecido en el mismo barrio que El Gato”, exclamó Víctor Rodríguez, mecánico de profesión y quien si bien no compartió con la pandilla del bigleaguer, sí se enteró, como el resto, cuando firmó con los Leones del Caracas en el año 78. “Yo nunca jugué en la calle, pero mis amigos que sí jugaron con él me decían que se notaba que era distinto, más fuerte, más ágil, más rápido”.
El camino de regreso fue bastante tranquilo. Al llegar de vuelta al puente, el improvisado guía aclaró: “Acá no todos son ladrones amigo, acá hay gente buena”. A unos metros de distancia, uno de los Sin Camisa bateó una línea que parecía destinada a un extrabase, quizá jonrón de pierna. En un instante, Núñez se elevó y tomó la pequeña –y dura- esférica de un sopetón. En esa partida tal vez jugaba el próximo Galarraga.
El camino de regreso fue bastante tranquilo. Al llegar de vuelta al puente, el improvisado guía aclaró: “Acá no todos son ladrones amigo, acá hay gente buena”. A unos metros de distancia, uno de los Sin Camisa bateó una línea que parecía destinada a un extrabase, quizá jonrón de pierna. En un instante, Núñez se elevó y tomó la pequeña –y dura- esférica de un sopetón. En esa partida tal vez jugaba el próximo Galarraga.
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sábado, 13 de junio de 2009
El Recreo en Toque de Queda
La situación de inseguridad y violencia que vive a diario esta comunidad genera repercusiones en la vida privada y pública de este grupo social
Por: Elisa Vásquez
Por: Elisa Vásquez
La diferencia que existe entre lo que se conoce como toque de queda y lo que viven algunos habitantes de El Recreo es que en la definición tradicional de este concepto los lugares públicos son resguardados por las fuerzas de seguridad.
Estos ciudadanos viven azotados por el crimen, la violencia y la paranoia, figuras en las cuales los cuerpos policiales no aparecen como santos de devoción.
Todas estas razones son suficientes para que los vecinos de Bello Monte, Sabana Grande y Las Delicias se escondan en casa y cierren los negocios al caer el sol, mientras la vida pública, la construcción y el debate social quedan olvidados en las calles.
“El miedo aísla y paraliza a los ciudadanos”, asegura Yorelis Acosta, psicóloga clínica y social especializada en violencia política. Las personas que se arriesgan, asumen las consecuencias.Laura Ramírez, de 21 años, vive en la avenida Solano, y asegura que en los últimos tres meses ha sido robada y violentada como nunca antes en su vida. Hace un mes fue secuestrada en La Florida por una banda de hampones mientras iba a su casa una madrugada. Le quitaron todas sus pertenencias y la dejaron descalza a orillas de la Cota Mil. Ahora se pregunta si vale la pena salir de casa.
“Yo no salgo de noche. Si salgo en la noche procuro llegar antes de las 11, y si no es así llego después de las seis de la mañana”, asegura la joven, quien atribuye la inseguridad nocturna a la soledad de la zona, la oscuridad y la falta de cuerpos policiales eficientes.
“Yo no salgo de noche. Si salgo en la noche procuro llegar antes de las 11, y si no es así llego después de las seis de la mañana”, asegura la joven, quien atribuye la inseguridad nocturna a la soledad de la zona, la oscuridad y la falta de cuerpos policiales eficientes.
Rommel Vásquez, de 26 años, vive en la calle San Antonio, y a diferencia de Ramírez se adentra con más frecuencia en la noche de la parroquia. Su técnica: es amigo de casi todos los “malandros”. “Cuando me mudé hace seis años todo me causaba miedo y stress. Sentía que me veían hasta por las ventanas del apartamento, pero poco a poco me fui haciendo amigo de los indigentes y rateros y ahora me protegen”, explica Vásquez.
Mientras que Ramírez huye de la violencia, Vásquez aprende a convivir con ella. Cuenta que ve como la policía abusa de los indigentes con normalidad y les dispara por discusiones insignificantes.
Para la doctora Yorelis Acosta esta cotidianidad también se ve estimulada por una ciudad que estéticamente induce a la violencia. Multitud en todas partes, tráfico, basura, paredes rayadas, calles sucias, descripción que parece estar hecha para la mayoría de las calles de El Recreo. Este aspecto deja en cada transeúnte la sensación de “tierra de nadie”, nadie se preocupa, a nadie la importa. Esto, conjugado con el conocimiento continuo de los crímenes por parte de las personas, hace de muchos de estos ciudadanos unas personas en constante alarma.
Acosta asegura que todas las alteraciones ambientales afectan al individuo tanto psicológica como físicamente. Ansiedad, problemas de sueño, de alimentación, gástricos, circulatorios y oculares, son algunas de las consecuencias cuando de salud se habla.
Mientras que Ramírez huye de la violencia, Vásquez aprende a convivir con ella. Cuenta que ve como la policía abusa de los indigentes con normalidad y les dispara por discusiones insignificantes.
Para la doctora Yorelis Acosta esta cotidianidad también se ve estimulada por una ciudad que estéticamente induce a la violencia. Multitud en todas partes, tráfico, basura, paredes rayadas, calles sucias, descripción que parece estar hecha para la mayoría de las calles de El Recreo. Este aspecto deja en cada transeúnte la sensación de “tierra de nadie”, nadie se preocupa, a nadie la importa. Esto, conjugado con el conocimiento continuo de los crímenes por parte de las personas, hace de muchos de estos ciudadanos unas personas en constante alarma.
Acosta asegura que todas las alteraciones ambientales afectan al individuo tanto psicológica como físicamente. Ansiedad, problemas de sueño, de alimentación, gástricos, circulatorios y oculares, son algunas de las consecuencias cuando de salud se habla.
También se esconde el comercio
Manuel Alejandro Viera es dueño desde hace seis años de la panadería Delicateses Pana Cesar, ubicada en la avenida Orinoco con segunda calle de Bello Monte. Su local ha sido robado tres veces, especialmente por grupos de motorizados.
Cuenta que a medida que pasa el tiempo los vecinos bajan cada vez más temprano a comprar los víveres y el pan, ya que en dos cuadras que caminan a sus casas, cualquier cosa puede pasar. “Aquí hay que preguntar a quién no han robado”, asegura Viera.
Para protegerse a si mismo, a su negocio y a sus empleados nunca abre ni cierra el negocio a la misma hora. Caminan todos juntos al metro o se van en carro, siempre por distintas rutas. Sus trabajadores tienen prohibido llegar o salir del local con el uniforme puesto, ya que rateros de la zona podrían identificar sus rutinas. No están para más todas estas medidas, ya que el señor Viera fue secuestrado en diciembre de 2007, y su familia tuvo que pagar 500 millones de bolívares por su rescate.
Aún así, dice sentirse tranquilo. “Es triste, pero todas estas costumbres ya son normales. Lo hacemos sin darnos cuenta”, asegura Viera.
Aún así, dice sentirse tranquilo. “Es triste, pero todas estas costumbres ya son normales. Lo hacemos sin darnos cuenta”, asegura Viera.
Otros negocios han sufrido el aumento de la violencia y la inseguridad de distinta forma. El Bazar Merchy, ubicado también en la avenida Orinoco, tuvo que cerrar sus puertas hace un año y atender a los clientes por una reja tipo quiosco. Mercedes De Aguiar, miembro de la familia propietaria, explica que en agosto del año pasado fueron víctimas de robo a mano armada dos veces, motivo que los incentivó a meter al negocio en una fachada de rejas.
Antes de estos eventos cerraban el negocio a las siete de la noche, ahora lo cierran a las cinco o seis de la tarde, y además ganaban alrededor de 40 por ciento más de lo que ganan actualmente.Yorelis Acosta explica que es normal que las personas y las organizaciones se dediquen a proteger sus espacios privados, tal como lo hizo la familia De Aguiar, ya que ante el abandono del Estado sobre sus responsabilidades, los sujetos deben tomar medidas individuales.
Este toque de queda traducido en privatización de los espacios ciudadanos parece conducir a un aislamiento total.
Organización mermada
Trina Borrego es vocera educativa del Consejo Comunal Amaranto de Bello Monte, además, es directora del Liceo Bolivariano Julio Bustamante, ubicado en la misma zona. Hace un año, ante el robo recurrente a sus estudiantes en las afueras del liceo, se dirigió a la central de seguridad de la Parroquia El Recreo acompañada de 20 liceístas para exigir la presencia policial en la zona.
Junto con los esfuerzos del Consejo Comunal y el Liceo, la Policía Metropolitana instaló un módulo de seguridad en la avenida Orinoco, además de ofrecer atención especial y continua al plantel.
Mercedes De Aguiar, de Bazar Merchy, asegura que los esfuerzos del Consejo Comunal fueron Trina Borrego Junto con los esfuerzos del Consejo Comunal y el Liceo, la Policía Metropolitana instaló un módulo de seguridad en la avenida Orinoco, además de ofrecer atención especial y continua al plantel.
importantes, y que la Policía Metropolitana los atendió con total cordialidad, pero que luego de tres semanas los oficiales más nunca cumplieron con sus guardias, y que hoy día sólo un policía recorre la zona mientras que uno se encarga de la entrada del colegio.
Trina Borrego coincide con De Aguiar en que parte del problema de la inseguridad reside en la falta de esfuerzo policial. Sin embargo, ante los continuos reclamos, la respuesta de los cuerpos policiales es que no hay recursos ni económicos ni humanos.
La doctora Acosta explica que la situación de El Recreo tiene su causa en el miedo a actuar de sus ciudadanos, sentimiento que los paraliza, sumado a la desconfianza que existe entre la gente, la cual los relega cada vez más al ámbito privado, dejando un vacío en el espacio público. Un toque de queda.
Si las personas dejan de disfrutar de los lugares compartidos, los espacios de participación e intercambio se van reduciendo, minimizando la organización social y el debate democrático, ejes principales de la sociedad.
Significa un reto entonces para todos los parroquianos salir a las calles para apoderarse de las discusiones que rigen el ritmo de sus vidas.
Mientras se produzcan y se discutan ideas que aumenten la calidad de vida de cada vecino de manera organizada, se sabrá exigir a las autoridades correspondientes que cumplan con sus responsabilidades, de manera que se creen medidas que protejan a la ciudadanía de la violencia y los actos criminales.
La doctora Acosta explica que la situación de El Recreo tiene su causa en el miedo a actuar de sus ciudadanos, sentimiento que los paraliza, sumado a la desconfianza que existe entre la gente, la cual los relega cada vez más al ámbito privado, dejando un vacío en el espacio público. Un toque de queda.
Si las personas dejan de disfrutar de los lugares compartidos, los espacios de participación e intercambio se van reduciendo, minimizando la organización social y el debate democrático, ejes principales de la sociedad.
Significa un reto entonces para todos los parroquianos salir a las calles para apoderarse de las discusiones que rigen el ritmo de sus vidas.
Mientras se produzcan y se discutan ideas que aumenten la calidad de vida de cada vecino de manera organizada, se sabrá exigir a las autoridades correspondientes que cumplan con sus responsabilidades, de manera que se creen medidas que protejan a la ciudadanía de la violencia y los actos criminales.
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martes, 2 de junio de 2009
Sabana Grande, lugar de encuentro para el baile
El sábado 30 de mayo en Sabana Grande se celebró "Caracas Ciudad Danzada, Maratón del Movimiento" para celebrar el fin del mes internacional de la danza.
Por: Silvana Farías
El Ministerio del poder popular para la Cultura organizó la celebración. El flamenco y la danza árabe hicieron acto de presencia en varias esquinas del bulevar, la temática en la zona captó la atención de las personas que recorrían la avenida, su música y ritmo atrapó a jóvenes y adultos que no se contuvieron en mover sus caderas al son de la danza oriental y golpear con sus dedos de una mano la palma de la otra haciendo sonar las palmas como lo hacen en este baile español. Los bailadores que estaban presentes dentro del evento pertenecen al Instituto de Artes Escénicas y Musicales (IAEM).
No solo el bulevar de Sabana Grande formo parte de este evento. Chacaìto de igual manera estuvo disfrutando de la música contemporánea, la salsa y el hip- hop para integrarse a la celebración de la danza.
El día internacional de la danza nace en 29 abril de 1982, para celebrar el natalicio de Jean Georges Noverre, bailarín francés , profesor de ballet y creador del ballet moderno El Comité Internacional de la Danza de la UNESCO le otorgó este día como reconocimiento de lo que fue su talento.
Por: Silvana Farías
El Ministerio del poder popular para la Cultura organizó la celebración. El flamenco y la danza árabe hicieron acto de presencia en varias esquinas del bulevar, la temática en la zona captó la atención de las personas que recorrían la avenida, su música y ritmo atrapó a jóvenes y adultos que no se contuvieron en mover sus caderas al son de la danza oriental y golpear con sus dedos de una mano la palma de la otra haciendo sonar las palmas como lo hacen en este baile español. Los bailadores que estaban presentes dentro del evento pertenecen al Instituto de Artes Escénicas y Musicales (IAEM).
No solo el bulevar de Sabana Grande formo parte de este evento. Chacaìto de igual manera estuvo disfrutando de la música contemporánea, la salsa y el hip- hop para integrarse a la celebración de la danza.
El día internacional de la danza nace en 29 abril de 1982, para celebrar el natalicio de Jean Georges Noverre, bailarín francés , profesor de ballet y creador del ballet moderno El Comité Internacional de la Danza de la UNESCO le otorgó este día como reconocimiento de lo que fue su talento.
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